Los homosexuales no son enfermos


Quiero decir en primer lugar que no soy homosexual, ni bisexual, ni travesti, ni transexual, ni metrosexual; me gustan las mujeres, así de simple. Nunca he tenido devaneos con este tema, nunca me he preguntado si me gustan o no los hombres; no, nunca me he encontrado con el dilema de decidir mi sexualidad: me encantan las mujeres.

A pesar de lo anterior y de reconocerme como heterosexual, pienso que el homosexualismo es respetable, tampoco creo que sea una enfermedad o una aberración. No; creo que los homosexuales nacieron así, con esa tendencia; así como yo nací heterosexual, hay personas que nacen con la tendencia natural de querer tener relaciones sexuales con personas del mismo sexo.

En Colombia se ha creado una polémica en torno a este tema ya que la Corte Constitucional de Colombia debe decidir sobre si dar vía libre o no a la adopción de niños por parejas homosexuales. En el curso de este proceso se conoció el concepto del director del programa de medicina de una reconocida universidad. El concepto aseveraba que los homosexuales eran enfermos porque presentaban una conducta diferente al del resto de personas en la sociedad, siendo el heterosexualismo la conducta normal.

El concepto fue emitido por un profesional de la medicina, no fue emitido por el portero de la universidad o por la señora de los tintos; no, fue todo un profesional quien hizo este comentario con el fin de recomendar negativamente a la Corte Constitucional el tema de la adopción por parte de parejas del mismo sexo.

Grave que una persona en pleno siglo XXI piense esto sobre el homosexualismo. Grave que sea todo un académico, una persona supuestamente culta y estudiada. Las prevenciones contra el homosexualismo se basan en premisas religiosas –a veces-, aunque en la mayoría de los casos se basan en concepciones erróneas, en la ignorancia, y en el temor sobre lo diferente.

Conozco personalmente a varios homosexuales, y son personas comunes y corrientes. No son depravados, ni locos, ni enfermos, ni inmorales, ni salvajes, ni nada parecido. Son gente que tiene los mismos defectos de los heterosexuales. En la historia de la humanidad ha habido muchos homosexuales célebres, como Óscar Wilde, como John Maynard Keynes, como Yves Saint-Laurent, como Truman Capote, etc. Gente que se ha destacado en el arte, en la política, en la academia, gente que no se diferencia en nada de los heterosexuales, salvo que su tendencia biológica sexual era y es hacia personas de su mismo género. Punto y nada más.

Muchos critican el homosexualismo porque afirman que la familia “normal” es aquella compuesta por papá, mamá, hijos, perro y gato. ¿Quién se inventó este concepto? ¿Quién dijo esto? En las comunidades aborígenes no existe esta forma de familia, porque la familia es la comunidad entera. El concepto de familia que manejamos en el mundo occidental es una forma de núcleo parental asociado con la propiedad privada, con el concepto de dominio que viene desde los romanos. Es una forma machista de ver la vida; el pater familias es el hombre sobre el que giran alrededor las mujeres, los hijos, los esclavos, los súbditos, etc. Sobre el hombre, el dueño de la tierra, de la casa, gira alrededor todo. Las mujeres hacen parte del patrimonio del hombre, la mujer le pertenece al hombre, por eso es su mujer.

La Iglesia Católica –heredera del Imperio Romano- recogió ese concepto del pater familias y de la mujer como propiedad. El matrimonio aseguraba que el hombre tuviera su esposa y que esta solo pudiera tener relaciones sexuales con su esposo y nada más. El concepto de familia que maneja la Iglesia no está muy lejos de lo que los romanos asociaban con familia. ¿Habló Jesús de la familia? ¿Dijo Jesús que familia era papá, mamá, hijos, perro y gato? No, nunca, él solo habló del amor, de la tolerancia, de la humanidad, de la compasión, de eso que el hombre ya olvidó por mantener un sistema humano de dominación.

Para volver al tema de los homosexuales; ellos son personas normales, y no lo digo yo, lo dice la ciencia seria, no los informes de fanáticos ignorantes que están llenos de miedo porque saben que un nuevo mundo se acerca y que muchos privilegiados verán perder sus privilegios para poder implantar un nuevo sistema de convivencia humana en el mundo.

Si queremos ver una humanidad más amorosa, más tolerante, más compasiva, debemos empezar a entender las diferencias. Esas diferencias están dadas por la preferencia sexual, por la raza, por la religión, por la cultura, etc. Si no aceptamos esas diferencias nunca podremos implantar el ideal de tantos humanistas que han pasado por esta tierra, empezando por Jesús de Nazaret, fundador del cristianismo, quien es invocado por los fanáticos anti-homosexuales para aducir que esa conducta es un pecado o que es anormal. Qué bárbaros, cómo desconocen la profundidad de las enseñanzas de Jesús; no lo entienden, no lo comprenden; o tal vez sí lo entienden y sí lo comprenden pero la oscuridad del miedo no los deja pensar con claridad.

1 comentario:

  1. En efecto; si hablamos de Jesus de Nazareth debemos recordar la sentencia que tiene relación con el tema tratado: "creced y multiplicaos". De hecho, mandato ajeno a una pareja homosexual...Permitame agregar dos apuntes referidos al topico publicados en mi blog meses atras...
    http://ooquinterolozano.blogspot.com/2012/05/de-la-cuestion-gay.html?spref=fb
    http://ooquinterolozano.blogspot.com/2013/05/el-libre-desarrollo-de-la-personalidad.html

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