El ideario neoliberal
plantea un Estado pequeño, apertura de mercados, y democracia. Si bien es
cierto, este sistema ha generado riqueza, también ha demostrado ser
inequitativo al producir enormes desigualdades sociales. Es urgente reorganizar
las ideologías con el fin de no estancarse en paradigmas que están produciendo
mucho daño.
Después de la caída
del muro de Berlín muchos pregonaron el triunfo del capitalismo y el fin de la
discusión ideológica. Veinte años después las graves crisis globales ponen sobre
el tapete nuevas posturas políticas.
La libertad en una
sociedad es indispensable para que haya desarrollo económico. El
direccionamiento económico por parte del Estado y el burocratismo lo único que
consiguen es el anquilosamiento de las naciones. En este punto el socialismo
fracasó. Generar mega-estados y súper-gobiernos es ineficiente.
La libertad absoluta
bajo la cual se mueve el capitalismo ha llevado a un desarrollo económico y tecnológico
sin igual. Empero; las guerras, la miseria, el calentamiento global, el
terrorismo, la desigualdad, siguen campeando en el globo terráqueo.
Una nueva forma de
plantear el sistema político y económico se presenta como una necesidad para
este nuevo mundo que nos ha tocado vivir. Para ello recurro a las tesis de
Platón, filósofo griego que se preocupó por aplicar los ideales de justicia a
la sociedad.
En el ideario
platónico cada quien debe ocupar su lugar. De esta forma, si alguien nació para
ser un filósofo-rey debe tener esa posición efectivamente en la escala social.
Si alguien nació para ser un guerrero, debe ejercer ese rol efectivamente, y
así sucesivamente. La sociedad platónica podría presentarse como inmovilista y
cerrada. Nada más alejado de la realidad.
Platón amaba la
libertad, y creía en una sociedad libre; sin embargo, pensaba que las
sociedades sólo eran justas si se gobernaban correctamente, por personas
preparadas para ello.
Si aplicáramos hoy en
día las ideas de Platón podríamos lograr desenredar el problema del Estado.
¿Cuál sería la configuración de un Estado platónico en nuestros días? Éstas
serían las características:
-Libertad: Las
sociedades deben ser libres. El sector privado debe gozar de un margen de
maniobra que le permita generar abundancia. Está demostrado que la pequeña y la
mediana empresa son los mayores generadores de empleo. Sólo puede haber
abundancia donde haya libertad.
-Cooperación: Para
generar abundancia debe haber colaboración mutua entre todos los miembros de la
sociedad. El egoísmo y el impulso de dominación sólo pueden generar tensiones e
injusticias innecesarias entre los individuos. Los que tienen más dinero, y los
que tienen menos recursos, deben cooperar con la sociedad. Todos están
obligados a dar a la colectividad.
-Estado eficiente: El
Estado debe ser pequeño, pero debe ser fuerte. Para que sea fuerte debe ser
moral, y aquí es donde entra Platón. Los gobernantes deben evitar los abusos de
los poderosos, y para esto deben gozar de autoridad, de liderazgo moral. Para
tener liderazgo moral los gobernantes debe prepararse para asumir ese rol en la
sociedad. Para ello deben crearse “Escuelas de liderazgo”. Las universidades y
los colegios han asumido ese papel en las sociedades contemporáneas, sin
embargo, estamos hablando de verdaderos sistemas de detección de talentos. Un
sistema educativo que permita identificar a los futuros gobernantes desde la
infancia es necesario. Cultivar intelectualmente a esos talentos desde
pequeños; prepararlos para gobernar, y llevarlos hacia futuro al poder, debe
ser la misión de ese sistema educativo. Sería una especie de sinarquía blanca.
Una utopía, lo sé,
pero “el gobierno de los mejores” es necesario para asegurar una nueva humanidad
próspera, fraterna, y libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario